lunes, 14 de junio de 2010

tiempo de voces

Antes de Twitter, paranoia significaba estar seguro de que alguien te seguía, ahora es todo lo contrario.
                                                                                                                                             @padreorozco

Oigo voces. Algunas me interpelan, otras sólo pasan de largo y se posan -pajarillos azules- frente a mis ojos casi siempre para mi deleite. Algunas me ofenden, asustan, inflaman, hacen cosquillas; casi todas se enlazan con las arañas que tejen telas en mi cabeza y discuten y muchísimas veces, echan por tierra mis certezas con versiones del mundo desde el mismo mundo. Lo curioso es que siento que las voces son naturales; no implicó, su llegada, un proceso de adaptación y una que otra jaqueca pidiendo silencio. Mi cabeza siempre albergó un diálogo con turnos caóticos, sólo que a veces no había quién tomara el micrófono desde los otros lados.

 Sí, lo reconozco, para mi, Twitter es un milagro de magnitudes infinitas.


- Soy yos

Disculpen -¡oh nolectores!-, si cambio de tema y no soy seria y sólo planeo sobre las cosas. Así ando por la vida, buscando quién me cuente historias y quedándome con pedacitos para armar andamios absurdos antes de dormir. Lo único que sé es que nunca es suficiente. Lo único que sé es que, como me contó Labioduro, es posible que la gente se caiga de las sillas y aterrice en los árboles. ¿Ven? Mis voces no mienten porque son una multitud de posibilidades, patafísica o la pura esquizofrenia que sienta a todos sus personajes alrededor de la misma mesa a la hora de comer y así la llevamos; a los gritos, como pasa hasta en las mejores familias de italianos, según lo reproducen las películas.

3 comentarios:

Milo dijo...

Estas letras sí me gustan, matarilerilerón. Que se queden en el tuiter, matarilerilerón. Que se oigan muchas voces, matarilerilerón.

Max Blume dijo...

Me agradas más en tu blog que en twitter. Allá eres de todos, acá eres solamente tuya, y es una delicia leerte cuando te tienes.

Alejandra Contreras dijo...

sooooo, ¡me sonrojo!

mientras sigas siendo una de mis voces-luz de tuíter, todo bien.